Fuentes relataron a Caraota Digital que los migrantes que quieren cruzar desde las costas hacia Trinidad y Tobago tienen que pagarle hasta $500 a un hombre que realiza las gestiones para evitar los controles migratorios y evitar la deportación.

Este sábado las autoridades venezolanas hallaron 14 cadáveres en estado de descomposición. Habían partido el 6 de diciembre a Chaguarama, en Trinidad y Tobago. Sin embargo, al llegar, fueron deportados a Güiria, en el estado Sucre.

A pesar de que iban en una inestable embarcación, con poca gasolina, las autoridades migratorias de la isla hicieron caso omiso. Igualmente los lanzaron al mar.

Al parecer luego de tres días en mar abierto, la embarcación Mi Refugio se quedó sin gasolina. El sábado los 14 cadáveres fueron hallados por los guardacostas venezolanos. El rescate de los cadáveres de realizó en una zona conocida como Boca de Dragón, una de las más peligrosas y más transitada por los traficantes.

En Trinidad y Tobago no dan respuestas

Junto a la embarcación Mi Refugio partió otra, con más de 20 personas, llamada Mi Recuerdo. Esta última al parecer no la devolvieron las autoridades de la isla, ya que los migrantes lograron comunicarse con sus familiares en Trinidad y Tobago al llegar.

A pesar de haber mantenido contacto al llegar, los familiares de los migrantes que zarparon en Mi Recuerdo no han podido mantener otra comunicación. Creen que pueden estar detenidos, pero las autoridades de Trinidad y Tobago no les han dado respuesta.

Sobre este trágico suceso, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Amery Browne se comunicó con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza y le expresó «las condolencias de nuestro pueblo».
«Estamos consternados por la tragedia en las aguas de Venezuela, que resultó en el ahogamiento de múltiples personas», dijo Browne a Trinidad y Tobago NewsDay.

Múltiples precedentes

Escapar a Trinidad y Tobago es un desafío de los migrantes que huyen de la emergencia humanitaria compleja que padece Venezuela. Además de la creciente xenofobia que los venezolanos saben que deben enfrentar, también deben luchar contra la corriente del Mar Caribe, con el perenne miedo a ser deportados en embarcaciones inestables.

El pasado 16 de mayo de 2019, 34 venezolanos partieron desde Güiria hasta Trinidad y Tobago a bordo del bote Ana María. Partieron desde La Playita, a las 4:30 de la tarde. Ese fue el último contacto con la civilización, desde entonces, no se sabe nada de los 33 migrantes.

Supuestamente el bote se accidentó, pero las autoridades no confirmaron dicha tesis. Tampoco existe una investigación sobre este caso. El capitán del bote, Alberto Abreu, fue el único sobreviviente. Lo rescataron y actualmente está prófugo de la justicia.

Este lunes el fiscal general Tarek William Saab informó que el Ministerio Público solicitó «una alerta roja internacional» contra Alberto Del Valle Abreu Cedeño, presunto miembro de las mafias que se lucran de los migrantes.

Venezuela atraviesa una de las peores crisis migratorias en la historia de la región; cifras de la Organización de Estados Americanos (OEA) cifran en más de cinco millones de migrantes a los venezolanos que han tenido que abandonar sus tierras, por un mejor futuro.

Caraota Digital

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *